Si fuera posible para una oruga extender los días de su propia vida, no habría mariposas.

Puedo decir con absoluta certeza que la única razón por la que existe una mariposa es en virtud del hecho de que la oruga no tuvo otra opción en el asunto. Sin embargo, tenemos una opción. Tenemos la opción de vivir como orugas toda nuestra vida y morir, sin convertirnos en nada más que eso. O podemos abrazar la muerte y renacer como una nueva creación.

Llegará el momento de la verdad cuando tengamos que confiar en nuestras propias alas por primera vez. Aunque nunca hemos experimentado un vuelo antes de este momento, cuando llegue el momento, la Mariposa volará, como si hubiera volado toda su vida. La habilidad de volar no se aprende, el 'saber' de cómo volar está en el ser, viene preinstalado con las alas. Las alas no se pueden aprender, hay que ganarlas.

Manos arriba quien quiere morir